Obispo de Aysén, Luis Infanti, se reúne el 22 de noviembre con comunidad ecuménica y ciudadanos de la ciudad de Valparaíso en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Valparaiso. En esta ocasión el sacerdote se refirió a la carta pastoral emanada de la Vicaría apostólica de Aysén, denominada "Danos hoy el agua de cada día". Este documento surge en un contexto de creciente interés por parte de grupos económicos foráneos e incluso de la comunidad internacional por controlar las aguas de Aysén, "segunda reserva de agua dulce del mundo". A esto se agrega la inminente construcción de megarepresas y la privatización de casi el 100% de las reservas de agua en nuestro país. El objetivo de su presentación fue primeramente incitar a la reflexión sobre el actual problema de la escacez de agua dulce en el planeta producto del mal uso y contaminación del elemento vital. Al mismo tiempo se busca promover acciones concretas acerca de la necesidad crítica de nacionalizar el resurso y comprender el acceso a éste como un derecho fundamental. Que debe acompañarse esencialmente de la revalorización de la relación del hombre con su entorno y aquellos seres vivos que lo rodean.
La lucha por el agua, es una realidad nacional comúnmente compartida por localidades chilenas alejadas entre si, como Pilmaiquén, Río Bueno, Ercilla, Panguipulli, Rupumeica, el alto Bio Bio, Huasco, Mehuin, Salamanca, Illapel, Aysén, Cabildo, La Ligua. etc. pero que comparten un mismo modelo de desarrollo instalado por una minoría. De ese modo se suman voluntades y la fuerza de los distintos colores y paisajes presentes en Chile, unidos por la lucha por recuperar el elemento más vital de todos, el agua.
A propósito Infanti nos cuenta que "A través del tema del agua fui descubriendo cómo se
entrelazan profundos motivos e intereses sociales, éticos, políticos, religiosos, culturales, económicos. Pude entender el rumbo que tiene la historia de nuestra humanidad, las políticas económicas en un mundo globalizado, la vocación y la misión del ser humano en esta tierra, el urgente y profético papel del cristiano en su responsabilidad de ser instrumento de Dios para luchar y construir un mundo en armonía, paz, justicia, solidaridad y equidad. En fin, fui descubriendo la intima relación que debía haber entre el ser humano y Dios, entre el ser humano y los bienes de su creación." (Infanti, 2008, p.3)
entrelazan profundos motivos e intereses sociales, éticos, políticos, religiosos, culturales, económicos. Pude entender el rumbo que tiene la historia de nuestra humanidad, las políticas económicas en un mundo globalizado, la vocación y la misión del ser humano en esta tierra, el urgente y profético papel del cristiano en su responsabilidad de ser instrumento de Dios para luchar y construir un mundo en armonía, paz, justicia, solidaridad y equidad. En fin, fui descubriendo la intima relación que debía haber entre el ser humano y Dios, entre el ser humano y los bienes de su creación." (Infanti, 2008, p.3)
La lucha por el agua, es una realidad nacional comúnmente compartida por localidades chilenas alejadas entre si, como Pilmaiquén, Río Bueno, Ercilla, Panguipulli, Rupumeica, el alto Bio Bio, Huasco, Mehuin, Salamanca, Illapel, Aysén, Cabildo, La Ligua. etc. pero que comparten un mismo modelo de desarrollo instalado por una minoría. De ese modo se suman voluntades y la fuerza de los distintos colores y paisajes presentes en Chile, unidos por la lucha por recuperar el elemento más vital de todos, el agua.
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